Las plantas, como los humanos, poseen un "reloj biológico" interno que les permite adaptarse a los cambios de la luz o de temperatura de su entorno. Se trata de un mecanismo que les sirve para amoldarse al cambio climático y cuyo estudio es útil en la mejora de cultivos agrícolas o en la aplicación de investigaciones biomédicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario